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Guitarras en la cárcel

La guitarra prisionera 

La Fundación Alhambra Guitarras contempla como uno de sus principales fines: La promoción social de colectivos vulnerables a través de la música en general, y del mundo de la guitarra española en particular.

Ese fin solidario, social, está presente en nuestro decálogo ético y por ello emprendemos y emprenderemos acciones que posibiliten que la música y la guitarra, mejoren la vida de las personas.

La guitarra es el instrumento más conocido y cercano que existe. Ello le permite estar presente en multitud de países, entornos y colectivos. Por otra parte, la capacidad terapéutica de la música está demostrada con estudios científicos que avalan los beneficios que supone para el individuo, escuchar, tocar, disfrutar de la música…

Conscientes de ello, Guitarras Alhambra inició en su día hace 10 años, en un colegio de Alicante de amplia presencia de estudiantes en riesgo de exclusión social, el proyecto: Guitarras en la Escuela. Los enormes beneficios sociales que se han logrado nos animan a seguir insistiendo en esta línea social.

Durante este año 2024 hemos tomado contacto y realizado varias reuniones con los docentes de la escuela de adultos del centro penitenciario de Picassent.

De todo ello ha surgido un proyecto novedoso y singular que creemos que puede ser muy importante para la vida de los reclusos en su período de internamiento: Guitarras en la Cárcel.

Una idea que se basa en acercarles la guitarra y animarles a que pongan en práctica su afición, posibilitándoles clases periódicas que sirvan para su formación musical, actividad que, sin duda, redundará en su positiva reinserción y mejor visión de la vida.

Los días 11 y 13 de junio iniciamos el proyecto realizando las siguientes actividades:

Día 11: Charla sobre construcción y acústica de la guitarra en el pabellón de preventivos y de cumplimiento.

Día 13: Concierto didáctico a cargo del guitarrista flamenco: José Antonio Santos “El minero”.

Dichas actividades nos han servido para introducir el proyecto en la comunidad de reclusos y valorar la mejor manera de implantar esta “escuela” de guitarra en el centro penitenciario.