Inauguración del XVI CIGA, el 5 de junio a las 19'30 h. en el CSM de Valencia. Semana de actividades, semifinales, final, Master Class hasta el día 8 de junio que tendrá lugar la Clausura y el Concierto Extraordinario de Pepe Romero.
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¿Qué recuerdos tienes de tu paso por el CIGA en 2010?
Recuerdo que estaba muy nervioso, ya que el CIGA es el certamen con el nivel más alto en el que he participado. También participé en 2006 y en 2010, y estaba muy ilusionado de tocar en una sala que me encanta. Tuve la suerte de ganar, y guardo un recuerdo muy grato de esa experiencia. Además, me encantó la calidez del público.
¿Cómo crees que la experiencia en concursos internacionales como el CIGA ha influenciado tu desarrollo artístico?
Participar en concursos internacionales me ha dado mucha experiencia, ya que debes prepararte y rendir bien incluso cuando estás nervioso y con las manos sudadas. Esta presión te ayuda a mejorar y a ser más profesional en tus actuaciones.
Como miembro de la Fundación, ¿cómo contribuyes a su misión y qué significa para ti ser parte de esta organización?
Como concertista de la Fundación, aporto una visión desde la perspectiva del artista. También ayudo a aprovechar las redes sociales y su impacto para llegar a un público más amplio, siguiendo el ejemplo de Andrés Segovia. Ser parte de esta organización es un honor y una responsabilidad para mí.
¿Qué consejos darías a los jóvenes músicos que aspiran a una carrera internacional como la tuya, utilizando tu experiencia en el CIGA como ejemplo?
El CIGA es una plataforma muy importante, donde no solo te conoce el jurado, sino también el público. Mi consejo es aprovechar cada oportunidad, como participar en concursos, y nunca rendirse. Esta carrera es de fondo, y se necesita mucha paciencia, cariño y amor para que el jardín que estás sembrando dé sus frutos.
Has ganado otros importantes Concursos Internacionales de Guitarra, ¿En qué crees que se diferencia el CIGA del resto de Concursos en los que has participado?
El CIGA se diferencia por celebrarse en un escenario tan prestigioso como es el Palau de la Música en Valencia o Les Arts u otras salas de gran importancia en Valencia. Este es un escaparate de gran renombre, y el concurso brinda la oportunidad de actuar en un lugar de tanta importancia, lo que es un ran impulso para cualquier músico.
La guitarra clásica es un instrumento con una rica historia y tradición. ¿Cómo te mantienes conectado con esa tradición mientras exploras nuevos horizontes musicales?
Es fundamental investigar la historia de la guitarra, con sus altos y bajos. Por ejemplo, en el Renacimiento con la vihuela, en el siglo XVIII cuando su popularidad disminuyó a favor del violín, y luego en el siglo XX con el resurgimiento gracias a figuras como Leo Brouwer. Esta tradición me sirve para combinarla con mi propio camino artístico. Me gusta que la guitarra se sienta cómoda en diferentes estilos, ya que es el instrumento más versátil que existe.
¿Qué papel crees que juega la música en la sociedad actual y cómo puede influir en el cambio social?
Vivimos en una sociedad muy rápida, con noticias e internet bombardeándonos constantemente. La música tiene el papel de calmar nuestra mente, hacernos disfrutar y transportarnos a una sala de conciertos. Además, la guitarra puede usarse para conocer otras culturas y enriquecer la vida de quienes se acercan a ella.
Sabemos que has viajado por todo el mundo para actuar en diversos escenarios. ¿Puedes compartir alguna anécdota interesante de tus viajes?
He tenido muchos viajes interesantes. Recuerdo durante la pandemia cuando fui a Montana con la orquesta de la ciudad de Billings. Visité el Parque Nacional de Yellowstone y quedé impresionado por los colores del agua a altísimas temperaturas y las majestuosas montañas. También recuerdo tocar en el Gran Cañón del Colorado en Arizona. Otro momento especial fue tocar en el Museo Louvre, honrando a mi paisano Picasso. París es una de mis ciudades favoritas, y poder actuar allí fue un honor.
Además de tu éxito en el ámbito musical, también eres conocido por tu labor como educador. ¿Cómo integras la enseñanza en tu vida profesional?
De vez en cuando doy masterclasses. Aunque actualmente vivo como concertista, disfruto tener contacto con guitarristas más jóvenes y compartir con ellos mi conocimiento musical, actitudes, y consejos sobre cómo gestionar una carrera y descubrir su propia identidad. Mi objetivo es proporcionarles herramientas para que se conozcan mejor a sí mismos.
Como músico internacional, ¿cómo te adaptas a diferentes audiencias y culturas durante tus actuaciones?
Cuantos más países visito, más fácil se vuelve adaptarse. Recuerdo la primera vez que toqué en Japón: la educación, el respeto, el trato y el silencio del público en la sala de conciertos me impactaron profundamente. Vengo de Málaga, donde tenemos fama de contar muchos chistes, y no me privo de ser natural fuera del escenario.
¿Qué opinas sobre el futuro de la música clásica en la era digital y cómo crees que los artistas pueden aprovechar las nuevas tecnologías?
La música clásica debe presentarse de manera visualmente atractiva para atraer a más aficionados. No podemos vivir de espaldas a la era en la que nos encontramos. Hoy en día, necesitamos herramientas y enfoques que antes no eran necesarios para captar la atención del público.
¿Hay algún compositor o pieza musical que sientas que define tu estilo o que te haya inspirado de manera significativa?
Me inspiran piezas como "Recuerdos de la Alhambra", la "Chacona" de Bach y el "Concierto de Aranjuez". También me han inspirado otras piezas que aún no he tocado, como el "Homenaje a Manuel de Falla" y la "Sonata" de Ginastera.
¿Hacia dónde se encamina el Rafael Aguirre concertista? ¿Cuáles son tus metas, tus sueños?
He cumplido muchos sueños, como tocar cuatro veces en el Carnegie Hall. Quiero expandirme a un público generalista que aún no conoce la versatilidad de la guitarra española. También busco tener experiencias de vida más ricas y variadas para crecer como artista y tocar futuras piezas con mayor profundidad y emoción, manteniendo siempre viva la ilusión.